A parte de las diferencias de las
válvulas, el compuesto de las cámaras también es importante. Las cámaras se
fabrican de butilo, un caucho sintético que es elástico y con una magnífica
retención del aire lo que permite dar cuerpo a las cubiertas. La cubierta al
circular sobre el suelo se deforma a causo del peso que tiene que soportar. Esta
deformación hace que exista un pequeño rozamiento entre la cámara y al parte
interna de la cubierta. Este rozamiento en cámaras de poca calidad produce un
desgaste que a medio plazo desgasta la pared de la cámara hasta que llega a
producir poros y pinchar. En estos casos sirve de poco reparar el pinchazo ya
que el desgaste se produce por igual en toda la cámara y seguramente en poco
tiempo el problema se reproducirá muchas veces más en poco tiempo. En una
cubierta hinchada a la presión adecuada este rozamiento es prácticamente
inexistente. Debemos recordar también que todas las cámaras pierden aire con el
tiempo, así que es conveniente revisar las presiones de los neumáticos
periódicamente. Los pesos también varían según las calidades, varían entre 500 g
y 180 g, y llegan hasta 90 g en cámaras ultraligeras. Excepcionalmente en bicicletas de
descenso se utilizan cámaras que pueden llegar a pesar 1 kilo, son muy
gruesas para evitar pinchar por llantazos.
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Sobre válvulas
La válvula es el elemento que nos permite llenar de aire la cámara de caucho del neumático. Los diferentes fabricantes de cámaras ofrecen para cada medida de rueda la cámara que corresponde y con los diferentes modelos de válvulas más habituales en el mundo de la bicicleta. En nuestro país los dos estándares son las válvulas tipo Presta o francesa de y las válvulas tipo Schrader o de automóvil. La mayoría de las bombas de inflado manuales o incluso con compresor aunque vienen habitualmente preparadas para conectar a las válvulas tipo Schrader, se venden con el adaptador para válvula francesa como complemento.
La válvula es el elemento que nos permite llenar de aire la cámara de caucho del neumático. Los diferentes fabricantes de cámaras ofrecen para cada medida de rueda la cámara que corresponde y con los diferentes modelos de válvulas más habituales en el mundo de la bicicleta. En nuestro país los dos estándares son las válvulas tipo Presta o francesa de y las válvulas tipo Schrader o de automóvil. La mayoría de las bombas de inflado manuales o incluso con compresor aunque vienen habitualmente preparadas para conectar a las válvulas tipo Schrader, se venden con el adaptador para válvula francesa como complemento.
La válvula tipo Schrader o conocida también por ser la del
neumático de automóvil fue inventada por el alemán emigrado a los Estados Unidos
en 1843, August Schrader (1822-1909) quien la patentó en 1893 junto con su hijo
para los neumáticos de automoción. Para las ruedas de bicicleta también se usan
especialmente para los neumáticos que no precisan de una gran presión de aire.
Las válvulas Schrader se fabrican en varias medidas. Existen adaptadores de
cobre amarillo con rosca simple para permitir que con una misma bomba puedan
inflarse neumáticos equipados con un tipo u otro de válvula. En el caso de las
ruedas de bicicleta que precisan de alta presión se usa la llamada válvula
francesa o Presta.
La válvula Presta es un invento de The Morin Company para
mantener los neumáticos hinchados. Esta válvula conlleva un dispositivo mecánico
para controlar el flujo de un líquido con tres componentes importantes: el
cuerpo de válvula; el vástago de la válvula; y el casquillo de la válvula. El
cuerpo de válvula Presta se también en varios tamaños de largo. Como en el caso
de la válvula de Schrader es la presión de aire dentro del neumático la que
sostiene la válvula cerrada; sin embargo, a diferencia de la válvula de
Schrader, esta dispone de un casquillo para mantener la válvula
cerrada.
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La válvula Presta tiene un diámetro menor que la válvula de
Schrader. Estas características convierten a la válvula tipo Presta como la
mejor opción para contener pequeñas cantidades de aire pero a una elevada
presión. De todas maneras, con la actual tecnología ambas pueden considerarse de
igual calidad Hace años se decía que la válvula de Schrader era idónea para un
mayor volumen de aire a una presión menor. Lo cierto es que en una bicicleta, un
neumático con la válvula Presta conserva por algo más de tiempo la presión que a
la misma presión con una válvula Schrader. Sin embargo, con la válvula Schrader
el inflado es menos costoso y al ser las mismas que se utilizan en automoción se
pueden inflar con los compresores de inflado de las gasolineras. Neumáticos de
rueda de 16 pulgadas y, por tanto, con poco aire a alta presión 7,5 psi usan
válvulas Presta.
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Aunque mucho menos extendida en nuestro país también hay la
llamada válvula Wood o Dunlop, debe su nombre a John Boyd Dunlop (1841-1920)
quien mejora el neumático de bicicleta con el concepto de cubierta y cámara y
que implanta en esta entre 1888 y 1889. El nombre de válvula wood (menos usado)
está relacionado en el hecho que los primeros neumáticos se montaban sobre
ruedas de madera. La válvula Dunlop tiene el diámetro de la Schrader pero la
protección de la Presta. Para bicicletas, su uso es casi exclusivo del Reino
Unido y algunos países asiáticos. En cambio, son muy comunes y populares en
muchas motocicletas. Como principal desventaja hay que mencionar que no puede
medirse la presión del aire del neumático de forma directa.
La protección del neumático contra pinchazos se desarrolla a principios de los ochenta. Una de las marcas pioneras en este sentido es la alemana Schwalbe la cual no ha parado de innovar en sus cubiertas en este campo. Esta marca, por ejemplo, dispone de varias tecnologías, De ellas destacamos la Kevlar®Guard que contiene una cinta protectora de alta consistencia y a la vez flexible de fibra de Kevlar. El RaceGuard® es una cinta de caucho sintético especial tejido con varias capas de tela de nylon y la resistencia al rozamiento es sólo algo superior. El sistema TravelGuard® es una cinta de Aramid 100 % un material particularmente denso y flexible y que tan sólo añade unos gramos a la cubierta. Finalmente, tienen el SmartGuard® cuya principal ventaja es que las puntas de materiales punzantes que se adhieren a la cubierta son rechazadas por la presión del rodaje. Pero, dicho esto, recordemos que no hay un sistema antipinchazos infalible y que atender al estado de la rodadura, especialmente, en las calles urbanas (vidrios rotos, trozos metálicos, etc.), puede ayudar a reducir el riesgo de pinchazo.
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